Nicolás Todo

By | martes, abril 21, 2015 Leave a Comment


Poemas


De la gota caen nubes, decís, y entiendo
que viniste para quedarte
que puedo acariciar tu luna
que los médanos tienen
haces de luz verde abriéndose a la noche y
la humedad existe improbable en la sombra
entre los pequeños granos de arena y toda piedra
es del sol
La luna es la mujer llena de flores
La galaxia es tu sexo nutriendo todo
mi boca es el encuentro de la naturaleza
llegando a su fuente todo es agua y sol de la carne
Firme rayo de luz en la laguna sensible
puebla las islas y los continentes
plantas y correspondencia
lo etéreo y la hoja tierna
el animal que nace porque tiene selva
la selva que nace porque tiene coito
las manos que son conjunción de
cada aspecto
Estrella delicada
y herramienta tosca
instinto e intuición igual que voluntad
maquinaria y orgánica sutil y densa confirmación
De las existencias elijo suscribir a tu canal
de las entradas esa cámara, ese vórtice
esta representación de la gestación cósmica
Vinimos y nos fue dada la ilusión que se conoce a sí
Démosle
más carne al espíritu
más espíritu a la carne
más vehículos a las almas
más orgasmo
al universo







entre mi mano y el brazo del que nace
y la tierra oscura y abierta
hay una línea de sombra
donde se resguardan
las partículas de una mente
sin definición sin contornos

lo que no sé
es
si de la sombra se vierten
hacia la mano el brazo la tierra
o en la sombra caen
desplazadas por la descripción
de una realidad
pensable






En mi nombre sale el sol
en mi nombre se esconde el fin
sombra enorme cae
En mi nombre se derriba un laberinto
se alimenta a aves demonios y dragones
en mi nombre las madres no distinguen
tejen la manta que abraza por igual
En mi nombre
diez mil voces
no callan
o
vacío
vacío
por un momento
sólo el recuerdo del latido
En mi nombre, el origen: la Nada
En mi nombre, la muerte de cada letra suya y
toma del poder de los espacios entremedios
Mi nombre robusto, mi nombre
mínima unidad reconocible





Ardiendo desde el centro de la gran célula
irradia corriente cálida humedeciendo la habitación
Despierta, serpiente

Sentí, abríte,
sentí, abríte, sentí
llega vida atravesame, perdé tus criterios y tus defensas
Avanza sobre mi con las manos abiertas, vamos a beber de la fuente
Por qué no entrás, por qué hay que tener una llave? Mi sangre corre por todos!
Quiero las puertas derribadas arrancadas de sus ejes sus paredes
las quiero ver deshacerse con la inundación irrumpiendo salvaje
quiero ver sus restos prendiendo una hoguera bien reflejada en los ojos brillantes sin fin
Entregate sin cruz ni escudo ni muralla perdé todo
dejá de medir el viento
errá
Dejame abarcar toda tu habitación
mojá los rincones, tocá cada punta con la extensión de tu boca sonriente
desbordá el contenido, no entiendas, satisfacé lo reprimido
se poética, concreta, se etérea, se carnal materia física y eternidad caliente
abalanzate sobre mi delicadeza o recibí mi ataque
de rodillas crecé la planta impersonal levantá la tierra que nos tiene, da tu savia
Permitíme y pedime ser pagano de la estructura religiosa cerrada de la costumbre social
reconoceme dios pan, nazareno, edipo, dioniso, orfeo, ananda, homero, estrellla, vertiente
explosión y lago de lava, río puro, padre y amante y hermano
Caé infinitamente a mi, caé infinitamente a vos desde mi
se la orilla

a la que llego
constantemente
sin freno ni juicio
enteramente dirigido por la secuencia cósmica
que mueve mis cuerpos / que dicta los pasos
oscuro misterio / jardín de fuego / hacia vos.










NICOLÁS TODO, Poeta nacido en Rosario, en 1985.



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