Gladys Mendía

By | martes, marzo 26, 2013 Leave a Comment


Gladys Mendía

Poemas Inéditos





De: La silenciosa desesperación del sueño (Inédito)


¿Crees que el sueño protege del abismo, 
 rescata del asalto y del incendio? 

Ida Gramcko


Aquí llega el noche
el que tiene las estrellas en las uñas
con caminar furioso y perros entre las piernas
alzando los brazos como relámpago
Ramón Palomares


LAS LÍNEAS BLANCAS SON LOS POEMAS DEL ASFALTO



el sueño es la máscara    
las sandalias aladas vueltas piedra                  
la visión no directa


la autopista está en el sueño del túnel                              
no es mística    
no es el símbolo                                                  
sino una pasta amorfa
que los ojos deciden que sea autopista      
mientras parpadea ocasiona un accidente                                                                                                
un herido fatal


el auto marca la pauta    
aunque el asfalto es más largo      
se podría decir infinito              
pero el infinito es un estado intermedio


el túnel sostiene
una rosa roja
que deja caer en la autopista                          
el asfalto mira cómo respira      
piensa que sin él
la rosa no sería suave        
no tendría olor  
no sería rosa    
la autopista
ve los átomos vibrando    
piensa en ella                      
el asfalto                                  
sus miradas




en la autopista corre un avión  
tiene pánico  
la torre de control lo persigue
detrás camina el observador  
vacía el cerebro de gasolina  
quiere ser autopista  
justo en la encrucijada del amor  
para no elegir      
quedarse por siglos
viendo cómo los autos
se dejan guiar por las señales de precaución    
su instinto siempre lo supo    
un beso no lo salvaría
el viaje no lo salvaría
las señales de precaución no lo salvarían                            
la única respuesta era quedar en panna


el alcohol sigue siendo                        
lo volátil sigue siendo la suma de todas las autopistas    
la voz es la búsqueda  
la búsqueda está condenada al fracaso                      
la polilla está condenada al fracaso


a la autopista le dieron la llave
que encierra el amor perfecto                                    
la cura de la enfermedad      
el éxtasis perpetuo      
la autopista lanzó la llave al vacío
y se sintió cómoda            
el observador recordó algo          
derramó unas lágrimas
que rápidamente se evaporaron del asfalto


la autopista desea crear ilusiones a los autos              
pozos de agua vibrando desde lejos    
que al llegar se desvanecen    
ese es el juego
el remolino de agua sal azúcar
en su cerebro sin luz
el observador no está en el cerebro
la autopista está en todas las autopistas    
el observador en el centro de la carretera
es la fórmula perfecta para atascarse    
quedarse en las imágenes  
la parte liberada es el testigo  
la parte sin adornos es el testigo  
el testigo es el observador
que se une a otras carreteras
que no son reales                                                                
que son una mezcla de matices  


la autopista está en la superficie
con la silenciosa desesperación del sueño      
las líneas blancas son los cuerpos  
las líneas blancas siguen pintadas en el asfalto    
no hay que borrarlas    
ni ver por el espejo retrovisor


la autopista no es un lugar
sino un foco de atención                                    
está al borde de reacciones incontrolables          
mira cómo se angosta                
cómo se hace túnel y se extiende al infinito      
el infinito es un estado intermedio    
despierta del sueño con los ojos cerrados  
no sabe qué es real    
ama la muerte  
un parpadeo de luces altas
para quedar fuera del asfalto  
las cosas son así    
suena en el cerebro de piedra caliza
donde almacena los juicios


la autopista está bloqueada      
los hombrecitos de nuevo pintando las líneas      
poniendo carteles que se iluminan con la oscuridad                      
escucha sus voces    
sus pequeñas lenguas
producen tormentas eléctricas              
se pasean por el asfalto
como un elefante salvaje        
la autopista duda si las metáforas son tóxicas    
el camión duda si la autopista es tóxica                      
el elefante salvaje duda si es elefante      
los hombrecitos son surcos  blancos
en el asfalto negro y espeso        
la autopista quiere ser negra y espesa      
ser las voces murciélago                  
las voces elefante                            
las voces polilla


la autopista no sabe que es todas las autopistas      
el auto queda atrás      
los hombrecitos corren con las maletas detrás del avión      
pisando las líneas blancas        
las líneas blancas son los poemas del asfalto              
las líneas blancas de la carretera
que ahora forman la silueta del difunto




TODOS LOS PUENTES CAERÁN PORQUE NUNCA EXISTIERON



las negaciones no sirven                
las afirmaciones no sirven    
matices en movimiento escupen a las señales


para el volante las autopistas no son iguales                  
hay barrancos entre ellas        
grandes diferencias
que los puentes quieren disimular


los barrancos y su belleza                            
por qué no vamos hacia el barranco              


la autopista no sabe
que todo es un gran barranco disfrazado                  
el tiempo son las líneas blancas fragmentadas
que pintaron los hombrecitos en el asfalto            
las líneas blancas suponen un orden  
cuando son continuas no hay que adelantar          
pero también las líneas blancas dan giros insospechados      
como grillos en la noche hacen música para la huida perfecta




      




GLADYS MENDÍA (Venezuela, 1975) Técnico Universitario en Turismo. Estudios de Licenciatura en Letras. Traductora del portugués al castellano. Actualmente reside en Santiago de Chile. Fue becaria de la Fundación Neruda en el año 2003. Ha publicado en diversas revistas literarias, así como también en las Memorias del Primer Festival Internacional y Popular del Libro 2007, Bogotá, Colombia, en la Antología El Hacer de las Palabras 2007, San Juan, Argentina, en la Antología El Mapa no es el Territorio, Editorial Fuga, 2007, Valparaíso, Chile, en la Antología Tránsito de Fuego, Editorial de la Casa de las Letras Andrés Bello, 2009, Venezuela y en la compilación bilingüe  51 autores contemporáneos, Ediciones Arcoiris, Francia, 2008. Sus libros: El tiempo es la herida que gotea, Paracaídas Editores, Lima, Perú, 2009 y El alcohol de los estados intermedios, Editorial El Perro y la Rana y Nadie Nos Edita Editores, San Cristóbal, Venezuela, 2009. Poemas suyos han sido traducidos al catalán, portugués y francés. Ha participado en diversos festivales internacionales de poesía. Forma parte del consejo editor de la Revista Literaria Sol Negro de Perú. Es corresponsal de la Revista de Teatro y Literatura Alhucema de Granada, España y del Magazine Páginas de Nuestramérica de Bogotá, Colombia. Es directora y editora de la Revista Literaria Latinoamericana Los Poetas del 5 desde el año 2004.  















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